El día de trabajo había sido arduo. Se acumulaban los vencimientos de balances y declaraciones juradas. Por momentos los sistemas se hacen más lentos. Siempre falta algún dato. Los clientes tardan en brindar la información que se les solicita. Los organismos de control, AFIP por ejemplo, continúan ampliando y cambiando normas. Establecen nuevos requerimientos o anunciando nuevos controles.
En camino de regresos a su casa, Partida Doble siente la necesidad de volver a pensar en cambiar algunos aspectos o mejorar la organización de su trabajo y de su estudio.
Hacia varias semanas que pensaba que algo tenía que hacer, pero el requerimiento de las operaciones diarias le habían hecho cambiar el foco de su atención.
Al día siguiente llamó a Servicios Contables y acordaron una reunión.
Servicios Contables, es un Estudio Profesional dedicado a brindar Servicios Profesionales a Contadores Independientes y a Estudios Contables. También presta asistencia y acompañamiento para la organización y dirección de dichas empresas.
Como esta organizado su estudio, colega Partida Doble.
Mire en el estudio somos cuatro personas. Dos asistentes, una secretaria multifunción y yo. Una de las asistentes liquida los sueldos y las leyes sociales. La otra los impuestos mensuales. La secretaria atiende a la gente que llega al estudio, realiza algunos pagos, se encarga de parte de las tareas de cadeteria.
El resto del trabajo, y principalmente el que requiere conocimientos técnicos, esta a mi cargo.
Tengo una organización circular, con el centro en mi persona. Las decisiones las debo tomar, en su gran mayoría, en forma personal.
Soy el único Profesional.
Los clientes, por la general, quieren hablar conmigo o que los atienda yo. Usted sabe esto insume mucho tiempo, y a veces es un poco desgastante.
En momento de mucha carga laboral, mi esposa y uno de mis hijos, vienen a colaborar con nosotros.
A parte de los cuellos de botella que esta situación genera, hay un tema que me preocupa mucho, y que no he podido solucionar. Aunque a decir verdad, más que uno son dos temas. Los honorarios por mi trabajo y las cobranzas.
Si bien no lo conozco con precisión, le diría que no facturo todas las tareas o servicios que les brindo a mis clientes. No tengo registros o anotaciones que me permitan hacerlo. Con el tema de la inflación me resulta difícil poder mantener actualizado el valor de mis honorarios. Una vez asistí a un taller donde el expositor sugería llevar una planilla de tiempos y una orden de trabajo, para saber la distribución de nuestro tiempo de trabajo y que tipo de tarea realizábamos a cada cliente. Intenté ponerlo en práctica. El intento duro solo unos días. Creo que no llego a una semana.
El cobro de mis facturas es otro tema a resolver. Mis registros de cuentas corrientes presentan ciertas fallas. Nunca puedo tenerlos al día.
Mi amigo su caso es muy interesante. Por hoy dejamos acá. La semana próxima volvemos a vernos.
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