NOTAS DE VERANO. ARMO UN EQUIPO O DIRIJO SOLO

Días atrás revisando papales de trabajo de años anteriores, encontré un informe sobre la actividad de los vendedores. Fue un trabajo preparado sobre un grupo de vendedores de una empresa dedicada a la venta de productos para productores ganaderos. La empresa tenía operaciones en nuestro país y también en el exterior. El trabajo me insumió un tiempo razonable para su preparación. Sus resultados, presentados en un informe de pocas carillas, brindó análisis y conclusiones muy importantes.

Desconozco en que medida los resultados de ese trabajo fueron implementadas o no por la empresa.

Resulta interesante preguntarse y evaluar que paso en este caso.

A través del tiempo lo he analizado en varias ocasiones, y siempre hallé un dato o alguna situación novedosa y significativa.

Una situación que siempre surgía como causa o razón generadora de las observaciones y hallazgos, fue el hecho que la empresa en cuestión era dirigida en forma casi personal por su fundador, socio mayoritario y gerente general. Es decir carecía de un equipo de trabajo, que acompañara y asistiera a la tarea gerencial del fundador.

Este hecho, muy frecuente por cierto, en las PYMES reconoce varias razones que explican su existencia.

El caso es más o menos así. En general el fundador de una PYME posee ciertos conocimientos y experiencia, que le permitieron crear su empresa. Con el tiempo, eso constituye el eje de su trabajo. El resto de los procesos y actividades resultan más distantes y a veces desconocidos.

Si comparamos una PYME, durante algunas etapas de su vida, a un equipo de football, se aprecia con mayor facilidad el trabajo de los jugadores, que la tarea de conducción y gestión del Director  Técnico (DT). Cuantos más Messi tengamos en el equipo mejor. No es una mala decisión, pero a la gente, al igual que a los jugadores, hay que conducirlos, gestionarlos, motivarlos. Hay que lograr que el equipo convierta goles y gane los partidos, no solo que brillen algunas estrellas.

Ahora esto que parece tan obvio, porque en los hechos no se puede lograr.

Porque al Fundador, Dueño y Gerente General de una PYME, le cuesta, le resulta ajeno, desconocido, y tal vez poco gratificante, abandonar tu tarea de jugador de campo, para asumir el rol de Director Técnico.

El ambiente de trabajo es otro, nuevo y desconocido. Todo esto genera miedo e incertidumbre.

El trabajo del DT no es reconocido como tal. Esas tareas no generan resultados ni caja, y por el contrario insumen tiempos y recursos, dinero entre ellos.

Si mis colegas no lo hacen, porque tendré que hacerlo yo.

Además los clientes y proveedores, siempre quieren hablar con mingo.

Es difícil encontrar gente que sepa trabajar, y que pueda hacer mi trabajo, de la misma manera que lo hago yo.

Nadie controla las operaciones como yo lo hago. Solo basta mirar los errores que cometen cuando me ausento.

Les cuesta ponerse la camiseta de la empresa.

No sienta estimado empresario, las expresiones anteriores como una carga hacia usted. Tampoco obedecen a su falta de conocimiento y experiencia en tareas gerenciales.

Son simples transcripciones de los múltiples relatos, que en mi tarea de acompañar y asistir a empresarios PYMES, he escuchado.

Por el contrario son una fuente abundante, de oportunidades de entendimiento y comprensión de las muchas dificultades que tienen las tareas de gerenciar y dirigir una PYME, para sus Fundadores, Dueños y Gerentes Generales.

Es un campo laboral nuevo y desconocido. Con nuevos y cambiantes requerimientos y necesidades. Pero que al igual, que el rol de padre son indelegables. Nos cuesta aprender, a veces es doloroso, pero tenemos que asumirlo y seguir adelante.

El gerente de la PYME, destinatario del informe sobre la actividad de sus vendedores, mencionado al inicio de esta nota, había elegido hasta, ese momento, ser un jugador más de su equipo no su DT, por eso tal vez las conclusiones del informe no fueron implementadas.

Pues bien entonces, si los equipos de trabajo han de favorecer mi desarrollo como Gerente de mi PYME, como se hace para preparar y mantener equipos de trabajo. Este tema es harina de otro costal, por ahora basta con pensar en la posibilidad de armarlos.